Xiblón no aparece en los mapas. Pero existe.
Existe en cada aldea donde se cruzan los rezos con los pecados, las curuxas con las envidias, los muertos con los secretos. En Xiblón, todo se sabe, nadie perdona y la lengua corta más que una navaja.
Esta es una novela escrita conentrañas y con risa, con lujuria rural y ternura callada. Una tragicomedia feroz donde los hombres beben, las mujeres mandan y los fantasmas hablan bajo las camas.
Mª Esther García López levanta un pueblo entero con palabras: su lengua, el asturiano, suena aquí más viva que nunca.