Una pención miserable, misteriosas amenazas, el Café Gijón, Francisco Umbral... y Maruja Lapoint
Samuel Lamata ha llegado a Madrid para solo dedicarse a escribir, para triunfar en la literatura, pero en especial para espiar a Umbral y para hacer de esta ciudad un personaje literario. En la penosa pensión de la calle Hortaleza en la que vive, antes de acostarse se repite a menudo dos frases de Witold Grombrowicz. La primera: Yo no era nada, por lo tanto podía permitírmelo todo. La segunda: Desde que ejerzo la literatura siempre he tenido que destruir a alguien para salvarme a mí mismo. Así empieza su trepidante búsqueda, literaria, vital en donde él, como narrador con un amplio registro literario (Borges, Kafka, Gómez de la Serna, etc.) trata de encontrar al verdadero Francisco Umbral, descubrir quién se esconde tras el personaje de Maruja Lapoint (pseudónimo correspondiente a cierta bohemia todavía viva, meretriz célebre del Café Gijón, envuelta en brumas y cicatrices), y ya por último, intentando descifrar su propia identidad, que busca a todos los anteriores por no buscarse a sí mismo.
Un escritor que viene a Madrid tras los pasos de Francisco Umbral y descubre la miseria, la locura y el enigma que exige la vida literaria.
La trayectoria literaria de David Medrano y su propia idea de la literatura le lleva a alinearse con monstruos como Borges, Kafka, Nietzsche y, por supuesto, el propio Francisco Umbral. Medrano es un escritor total, un amanuense para el que la escritura es fruto de un esfuerzo continuo, de un compromiso con el lenguaje que reclama la propia vida del escritor, no es un pasatiempo, esta escritura total demanda también una dedicación a todos los géneros literarios e incluso una mezcla de los mismos en las obras.
Fruto de este compromiso sagrado nace Una puta albina colgada del brazo de Francisco Umbral, una mixtura compuesta de narrativa, reportaje y crítica literaria. Samuel Lamata, protagonista y trasunto del propio Medrano, llega a Madrid siguiendo los pasos de su admirado Francisco Umbral, se instala en una posada miserable de la Calle Hortaleza y comienza a escribir una novela eternamente postergada, en la librería Pérez Galdós conoce a Enrique Tarazona, editor que promete publicar su novela y Cicerone mediante el que conocerá a Francisco Umbral y a Maruja Lapoint, una albina excesiva y fronteriza. La relación de los personajes entre sí, y de estos con la literatura, trenza un relato de calidad y belleza destructora.
Razones para comprar la obra:
- La novela está llena de golpes de efecto y giros, de drama, de ironía y del mejor sarcasmo, de comedia y de imágenes atractivas y sugerentes.
- La obra es un auténtico ejercicio de estilo y la historia es trasladada hasta nosotros a través de un discurso cuidado y bello.
- El tema de la literatura y el oficio de escribir entronca directamente el libro en una tradición a la que pertenecen Vila-Matas, José María Merino o Paul Auster.
- Los personajes están perfectamente equilibrados e, incluso en el propio Umbral, se llega a desconocer dónde están las fronteras entre persona y personaje literario.
Una novela que nos conduce por una triple búsqueda: la de Francisco Umbral, la de Maruja Lapoint y la de Samuel Lamata que busca a los anteriores para no buscarse a sí mismo. La novela de un autor elogiado por Pere Gimferrer, Antonio Gamoneda o Luis Antonio de Villena.
?La escritora Eugenia Rico, que presentó la novela,sostiene que ésta puede ser un estudio crítico de la obra de Umbral, un Umbral que, personalmente, aparece en la novela como un dandi vulnerable.? (El Mundo, Julio 2008)
?Una puta albina colgada del brazo de Francisco Umbral (Ed. Nowtilus) es un buen libro. Es distinto a todo lo que se publica, no está exento de polémica, cuenta con una narrativa fluida y desde la más absoluta sordidez, es adictivo.? (Revista digital Experpento)
?Lo que me ha atraído e interesado más son los aspectos más o menos novedosos, metaliterarios, descriptivos o poéticos y esa mezcla entre realidad y ficción en la que resulta difícil saber qué cosas han nacido y cuáles no de la imaginación del autor.?(Web Anika entre libros)
?El nombre de Diego Medrano, a partir de esta novela hermosa y loca como todo lo imposible, a partir de este homenaje, de este elogio de la literatura vívida y vivida, quedará para siempre unido al de esa metáfora que ahora es Francisco Umbral." (Web del escritor Luis Artigue)