En las diferentes versiones, esta elección suele provocar un enfrentamiento con el padre, entendido como autoridad indiscutible, que envía a los candidatos a encontrar objetos maravillosos que resuelvan por sí solos la elección. El final de la historia es muy distinto, según la versión, pero con frecuencia se elige a un cuarto candidato.
En ¿Tres han de ser? , Darabuc erige a la madre como defensora de las relaciones sentimentales convencionales y es ella quien se opone, por tanto, a la decisión a tres de su hija. No obstante, finalmente acaba cediendo a las pretensiones de su primogénita y se muestra flexible