Sae espera con sus dos pequeños a que su marido vuelva del trabajo cuando se entera de un terrible desastre: el derrumbe de un enorme rascacielos donde él trabaja como ingeniero. Pasan minutos, horas, días y no aparece.
Circulan especulaciones sobre el terrorismo norcoreano y la inestabilidad estructural como posibles causas del derrumbe de la Torre. Nadie lo ha visto pero las cosas no cuadran. Jae estaba trabajando en una piscina en el último piso, pero los informes indican que estaba en otro proyecto en el sótano. El gobierno está involucrado y los contratistas han desaparecido. Sae conoció a Jae cuando eran estudiantes en una protesta antigubernamental, y ha confiado en él como su guía y sostén. Ahora ella está preocupada y desconfía de todos.
Sae decide dejar a los niños con su madre y descubrir la verdad sobre lo que ocurrió. Su investigación la lleva a un club de lujo donde la dueña, Myonghee, no solo ofrece alcohol y compañía sino que también recaba información de todo empresario borracho que revela secretos corporativos. Sae duda sobre si conoce realmente a la persona que ama cuando avanza su investigación.
¿Puede el poder moldear la verdad?