¡A Mieko le encanta bailar! 
Sobre todo, en pantalón corto y camiseta en lugar de con los dichosos leotardos y esas mallas tan ajustadas. ¡Nunca había girado tan rápido ni había saltado tan alto! 
Y ahora, además, ha empezado también en clase de baile Sofía, la de la sonrisa tan bonita. 
Esa sonrisa que hace que Mieko sienta un calorcillo en el estómago y que le parezca superchulo estar allí.