Este libro es un juego de polifonías, como las que apasionaban a Julio Cortázar, y también un reto que fue cambiando de rumbo según rolaban los vientos de la escritura. Como hace la vida. Sus piezas elevaron un ascensor triangular y su misterio, sus sombras enCajadas, un laberinto de senderos. La asimetría de una arquitectura llena de guiños para quien se atreva a traspasar el umbral de una casa y de sus sueños, los de cualquiera y los de cada cual. Las verdades, las mentiras y los secretos de personajes que van y vienen, voces amigas, vecinas o extrañas, que en algún tiempo y en algún espacio convergen, tal vez para siempre, o se disuelven para no encontrarse más. La tarea artesana de un orfebre que ama la retacería y las almazuelas. Como afirma uno de sus personajes, escribir es dar vueltas hasta marearse para luego detenerlo todo y esperar. Esperar con el tablero dispuesto sobre una mesa, a ti, lector. Pedro