En 1025, Don Pelayo, hijo del Conde de Empúries, sufre un ataque que pretende poner fin a su vida y que lo deja lisiado por el resto de sus días. A raíz de este hecho, y conociendo al autor del ataque, Pelayo ingresa como monje en la abadía benedictina de Sant Pere de Rodes y desde allí planifica y ejecuta su venganza. Con una meticulosidad y ambición desmesuradas, conseguirá todo lo que anheló en su juventud.
Cuando en 2018 Clara Moya, arqueóloga y guía del mismo monasterio, descubre la antigua bodega de la abadía, los restos de una sustancia sorprendente encontrada en el fondo de un ánfora desencadenarán una investigación histórica que vincula los sucesos acontecidos en la Edad Media en el condado de Empúries, con unos incidentes acaecidos en el Alt Empordà en la actualidad, tejiéndose así un hilo conductor entre las dos historias que terminarán por arruinar su vida.