«Una iglesia es una especie de bosque. Un bosque es una especie de iglesia. En realidad, son lo mismo.»
Merowdis Scot, una joven de diecinueve años, posee una habilidad extraordinaria: puede comunicarse con los animales y los árboles. Sólo halla la verdadera felicidad cuando se adentra en los bosques.
Una tarde de nieve, acompañada por sus perros y la cerda Manzana, Merowdis se encuentra con un mirlo y un zorro. Al caer la noche, una enigmática figura se une a ellos, transformando para siempre el destino de la joven.
El bosque en pleno invierno, que comparte universo literario con Jonathan Strange y el señor Norrell, es un encantado y encantador cuento de Navidad de una de las escritoras más brillantes de hoy.