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25 OCT

Un retrato negro e histórico de Mieres

El comedor del restaurante TC28 fue el escenario de la presentación del nuevo libro de Carlos Barrio, “En el jergón”, en un acto organizado por la librería La Pilarica.
Un retrato negro e histórico de Mieres

Historia y suspense. Así se podría definir el nuevo libro de Carlos Barrio, "Cadu", “En el jergón” (Ediciones Camelot), la tercera parte de una trilogía que conforman además “La pasta en la mano” y “Zona deprimida”. Se trata de tres novelas negras que discurren en Mieres y en el que podemos encontrar desapariciones, investigaciones, música, drogas, prostitución… pero sobretodo mucha historia. La presentación de este último trabajo del autor e historiador mierense tuvo lugar en el restaurante TC28, en un acto organizado por la librería La Pilarica. Un establecimiento que no aparece en el libro pero en el que sí podemos encontrar sitios conocidos de la villa.

Uno de esos espacios emblemáticos es la estatua del “sidreru” de Requejo, que se puede ver en la portada de “En el jergón”. “No la escogí yo”, reconoce Carlos Barrio, que apunta a que “cada mañana de trabajo en Requejo veíamos mis compañeros y yo a turistas haciéndose fotos junto a la estatua y nos llamó mucho la atención”. Este es solo el comienzo de un trabajo que surgió en base a varios hechos del pasado. “Tomé como referencia la desaparición de Richey James Edwards – guitarrista y compositor del grupo Manic Street Preachers- en febrero de 1995. Años después fue declarado muerto de manera oficial aunque hay muchos seguidores de la banda que creen que sigue vivo. En el libro se ve que hay un señor que desaparece en los años 80 pero que vuelve a aparecer en la actualidad”, explica el autor.

La otra historia a la que se hace referencia en la obra nos lleva hasta el nazismo. “Es sobre un mierense que sobrevive a dos campos de concentración nazis, a Mauthausen y a Gusen. Su nombre es Manuel Canga. Se le pierde la pista después de aquello pero vuelve a aparecer años después porque un policía alemán lo va a buscar porque necesita testigos para un proceso contra un médico nazi, Aribert Heim”, señala Barrio.

Todas las historias tienen su origen histórico y explicación, al igual que los personajes que aparecen en el libro. “Didi es un personaje completamente de Mieres. Mucha gente dice que me parezco a él en algo… puede ser, ya que los personajes siempre tienen algo de ti. Es un protagonista que saqué fijándome en estos cantantes anti hedonista y perdedores. Es un hombre que tiene una marca personal muy fuerte, los disgustos los cuida de muy mala manera, pero tienen mucha pasión por su trabajo, algo que le ayuda a volver a la realidad”, comenta. Unos relatos que llevan esta obra hasta el marco de la novela de suspense, pero en el que también se pueden aprender distintos hitos históricos. “Tuve acceso a la ficha de los mierenses que estuvieron en campos de concentración y luego introduzco una serie de hipótesis”, explica el autor, que reconoce que “la música que aparece es lo más mío, lo que escuchaba mientras escribía. El título del libro, “En el jergón” hace referencia a una canción de Los Enemigos y en los diálogos también hay referencia a canciones”.

Más allá de la música, las drogas, la corrupción y la lucha minera forman parte del desarrollo del libro. “Es un retrato negro de Mieres. Por un lado está lo que todos conocemos: la épica de la lucha minera o el movimiento obrero, un sinónimo de lucha y que la gente lleva en su ADN. Pero también está, en especial en los años 80, el mundo de la heroína, la marginalidad, la prostitución… con gente que moría muy joven”, dice el autor. Temas que están muy presentes en los libros de suspense con los que Carlos Barrio comenzó a introducirse en la temática negra. “Me gustan mucho Juan Madrid, Montalbán, James Ellroy, Raymond Candler…”, señala. Aunque ninguno de ellos contaba con un marco negro e histórico como el de Mieres.

 

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