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20 OCT

Mamá Macarena

Incondicional: Que es absoluto y no admite limitaciones ni condiciones.
Mamá Macarena
Si nos piden un ejemplo de algo incondicional, creo que la mayoría pensaríamos en el amor de una madre. Esta incondicionalidad viene reflejada en un amor sincero y sin condiciones, falto de expectativas, basado casi exclusivamente en la aceptación.
 
Macarena está triste porque tiene la autoestima baja, se siente diferente a las demás vacas. Inspiradas en una amistad, también incondicional, las gallinas cloquean un (astuto) arriesgado plan que no la diferenciará del resto, ¡sino que la hará única en su especie!
 
Las gallinas le regalan un huevo, la convierten en madre, le otorgan el don de la maternidad como solución a su problema… En este punto entenderéis porqué tacho la palabra “astuto” para cambiarla por “arriesgado”. Le han cambiado la vida, por suerte, se la han cambiado para bien. Macarena es de esas vacas que quiere ser madre.
 
En “La vaca que puso un huevo” Macarena se convierte en la mamá de una gallina, a sus ojos en la madre de una vaca algo diferente. Amará a Turuleta incondicionalmente, pero ¿se convertirá ella en “mamá gallina”?
Leí que «dos legados podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; el otro, alas», Turuleta es afortunada, trae las alas de serie.
 
Este cuento servirá, sin duda, para reforzar valores tan positivos como la amistad o trabajar sentimientos tan difíciles de asimilar como la envidia. Se divertirán, les encantará la musicalidad y lo disparatado de la historia, pero como crítica (siendo arriesgada como el plan de las gallinas) señalaría que se dulcifica la maternidad, se madre no es tarea tan sencilla, y no todas estamos dispuestas a asumir esa responsabilidad.
 
Turuleta tiene un comportamiento propio de una gallina “a pesar de ser una vaca” y para Macarena su hija es perfecta, “Turuleta es una maravilla aunque no sea como vuestras novillas”. El resto de vacas siguen siendo envidiosas y las gallinas muy buenas compañeras... esto pasa también en la secuela, “La vaca que ganó un premio”, un reclamo para el primer libro.
 
Paula Huelga
Librería La Pilarica
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