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28 JUN

“Cuando escribo busco la belleza”

El espacio cultural de la librería La Pilarica fue el escenario de la presentación del nuevo libro de la escritora Rosa Valle, “Sirenas a contraluz” (Fagus Editorial), una novela negra en la que la inspectora Tunia Prado vuelve a ser la gran protagonista.
“Cuando escribo busco la belleza”

Esta no es una novela negra al uso, y es que cuenta con varias ilustraciones, a cargo de Foni Ardao, algunos poemas y el prólogo está escrito por el reconocido científico Carlos López-Otín… a la que si podemos encontrar es a la inspectora Tunia Prado al frente de las investigaciones. Estamos hablando del nuevo libro de Rosa Valle, “Sirenas a contraluz” (Fagus Editorial), su segundo trabajo en este género tras “Sonarás bajo las aguas” (Al Norte). Atrás quedan otras publicaciones como los poemarios “Certezas al sol” (Gravitaciones) y “Llueve” (Al Norte) o los cuentos infantiles de la lubina Josefina. En esta ocasión la trama gira en torno a unos asesinatos perpetrados en la costa asturiana y que guardan relación con un ser mitológico, las sirenas.

- ¿De dónde viene toda la historia de las sirenas y su papel en el libro?

La verdad es que no fue buscado… El orden fue el siguiente: busqué las víctimas en el ámbito del nado en aguas abiertas, pensé que podía hacerle a las chicas el asesino y me llevó a pensar en sirenas, luego a la vez vi que me daban juego por lo del mito…

- ¿En qué te inspiraste para desarrollar la trama? Una parte está basada en una historia real…

Siempre me gusta meter algo de historia… Eso es un guiño a una lectora que me contó ese caso, una crónica negra que ocurrió en el siglo pasado en el oriente asturiano. Fue un gesto bonito que tuvo al final de una presentación y me envió la historia por carta de su puño y letra. Me hizo mucha ilusión. La idea era hacer un relato con ello e, investigando un poco pensé que lo podía incluir en el libro.

- ¿Cómo fue todo el proceso de documentación?

Tuve una guía muy importante, Patri Aguera, que es una nadadora del Grupo de Gijón. Ella fue mis ojos en el agua, me describió las sensaciones, como son los recorridos… incluso me explicó cómo eran los entrenamientos en días que hace mal tiempo. La literatura es contar historias, atendiendo a los detalles…

- Una novela negra con ilustraciones, poemas… ¿Por qué?

Tiene muchos ingredientes. Este es el tipo de literatura que me gusta… cuando leo género negro no me gusta la que solo se centra en el caso, yo cuando escribo busco la belleza… que las cosas se cierren. No solo me interesa la acción y la trama policial.

- Podemos encontrar personajes de todo tipo…

Para esta parte tuve que leer, hablar con psicólogos… Hablé con una psicóloga que me fue proponiendo varios perfiles. Elijo uno y trato de encajarlo en la trama… También leí sobre comportamiento criminal.

- ¿La inspectora, Tunia Prado, tiene algo de ti?

Sí, tiene muchas cosas mías pero siempre digo que es un invento. No es casualidad que le guste ir al monte… Trato de que tenga cierta dureza, de que tenga cierta “no vida” porque está todo el día trabajando. Es una tía dura pero también es sensible. Algunas cosas de su comportamiento y sus rutinas también tienen relación conmigo.

- ¿Seguirás en el futuro con la novela negra?

Tengo dos novelas empezadas, una de ellas negra. No es de Tunia, estoy tratando de hacer una más negra, más directa… sin poemas aunque los gustos del personaje que estoy creando también dará que hablar. A mí solo escribir de la trama policial, me aburre… y cuando leo, también. Necesito más. La otra novela es más intimista, en primera persona, con protagonista femenina…

- ¿Es muy difícil cambiar de poesía a novela negra, y viceversa?

Son momentos diferentes. La poesía es como un juego…certezas, observaciones, sentimientos que te salen y que tú juegas con ellos y los articulas. Yo mezclo y reciclo del material que tengo.

 

 

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