¿Cuál es el lugar mas inaccesible y menos visitado de la Tierra? ¿En qué lugar se celebra la Nochebuena cuando son casi las vísperas de Carnaval? ¿Realmente Hawai es desde siempre un paraíso turístico? ¿Dónde podemos visitar la cafetería (abierta) más alejada del resto de la civilización? ¿Por qué Inglaterra y Escocia siguen separadas HOY por una muralla de época romana plantada en medio de la campiña? ¿Queda algo vivo del salvaje oeste americano? ¿Cómo podemos visitar aquellos antiguos países de nombre rimbombante en una Europa que, con UE o sin ella, los ha acabado borrando de los mapas? ¿Cuántos humanos han visitado la Luna y cuántos la isla Pedro I en mar de Bellingshausen? ¿En qué país gobiernan conjuntamente un neurólogo llamado Emmanuel Macron y un obispo católico español?
A estas y otras preguntas se da respuesta en “Mundo remoto”, una peculiar guía de viajes a lugares a los que, se lo aseguro, nadie en su sano juicio dedicaría unas vacaciones. Pero es que su autor, Saúl Fernández, es una de esas personas que, sin remedio, se dedican por sistema a salirse del rebaño y por la tangente, sí o sí. Periodista, crítico teatral, filólogo, lector empedernido, gran conocedor de bares y eminente erudito en saberes académicos y frikis (no necesariamente por ese orden), Fernández se estrena como peculiar geógrafo con su nuevo libro, poniendo orden, datos y lirismo a una serie de lugares del orbe tan desconocidos, anodinos e inhóspitos que, por lo menos para quien esto suscribe, hasta ahora no eran más que unas simples manchas en los mapas (algunos: la mayoría, lo confieso, no llegaban ni a eso).
El caso es que gracias a “Mundo remoto” no hace falta moverse del sillón para visitar estos lugares poco recomendables (nos consta que su autor, de hecho, no ha estado en ninguno de ellos). Pero ahí está la gracia del asunto. Si la literatura es sinónimo de viaje, si leer nos hace capaces de vivir vidas ajenas, si la ficción se confunde a veces con la vida, es gracias a que la magia del mundo llega a caber en pequeños volúmenes como este. Pónganse cómodos: de la isla Tristán de Acuña (el lugar poblado mas remoto del mundo) a nuestras butacas tal vez nos separe un trayecto de 9000 kilómetros de océano. Pero gracias a Saúl Fernández nos queda al lado, a solo unos segundos de nuestra capacidad para soñar despiertos durante el resto de nuestras vidas. Lo demás lo ponen el autor y la curiosidad propia del lector, que sin quererlo, acabará dándose cuenta de que todos llevamos dentro un Cristóbal Colón al que le encanta descubrir cosas inéditas sin salirnos de este mundo, el nuestro, tan pequeño y tan grande a la vez.
RAFA BALBUENA / @BalbuRafa
