¿Nos traicionan nuestras propias huellas? ¿Qué diferencia hay entre un suicida inevitable y uno vocacional?
A través de planteamientos como éstos, Vivir adrede reflexiona sobre la vida, la vida de los que aman y los que matan; de los que creen en Dios o le dicen «adiós»; de los que abrazan y de los que oprimen; del condenado a muerte y de aquellos cuya existencia es la condena.
Y lo hace con la profundidad que sólo pueden lograr las palabras más sencillas.
«Pocas veces se puede hallar tanta honda y sencilla reflexión, sobre la vida, sobre la muerte, sobre las guerras, las pérdidas, la pobreza...» Cambio 16
«Vivir adrede se suma a la obra prolífica de Benedetti, ejemplo de vigilancia artística y social.» El Mundo