16 de diciembre, pleno invierno. Una ligera capa de nieve cubre Newgrange, el santuario megalítico irlandés, y la vecina abadía románica. La arqueóloga Illaun Bowe ha sido llamada para localizar antiguos enterramientos en la zona, pero ninguno tan extraño como éste: el cuerpo tiene las cuencas de los ojos vacías, las orejas cortadas y bayas de acebo en la boca. ¿Quién pudo planear en el pasado tan violento final?
Es entonces cuando comienzan los asesinatos... Uno por uno, todos los que acompañaban a Illaun en su excavación empiezan a morir; los ojos vaciados, las bocas llenas de acebo. Como si en los antiguos santuarios no sólo hubiera cuerpos enterrados, sino también terribles secretos que alguien está dispuesto a salvaguardar a toda costa...