Hallie Welch se enamoró perdidamente de Julian Vos a los catorce años, cuando estuvieron a punto de besarse en los viñedos de su familia. Ahora el atractivo Julian ha regresado al valle de Napa, y cuando contratan a Hallie para renovar los jardines de la finca familiar, ella se pregunta si por fin podrá conseguir ese ansiado beso. Pero el rígido profesor poco tiene que ver con el adolescente que ella recuerda y sus personalidades, ahora radicalmente opuestas, chocan de manera espectacular.
Julian se ha tomado un año sabático que quiere invertir en escribir una novela, pero tener a Hallie trabajando al otro lado de su ventana es una distracción imposible de ignorar. Ella es excéntrica, impuntual y tan hermosa que no lo deja concentrarse. Pero entonces encuentra una carta dirigida a él y firmada por su «admiradora secreta».
Mientras intenta descubrir la identidad de la remitente, Julian no puede dejar de pensar en Hallie. Como las flores que planta, ella es una explosión de color en su vida monocromática.
