Málaga, 1982. Campeonato Mundial de Fútbol. Un miembro de la delegación neozelandesa desaparece el mismo día en que el equipo austral aterriza en la Costa del Sol. El inspector Luis Mainar, un policía solitario y sentimental, a veces atormentado por su divorcio y la enfermedad de su hija, viajará hasta el sur con intención de buscarlo, el mismo viaje que emprende un comando de ETA para ejecutar un gran atentado.Con pinceladas de novela negra, de crónica de la Transición y de relato emocional, Todas las miradas del mundo es una historia vibrante y conmovedora en la que confluyen el fútbol y la política internacional con terroristas iluminados, aficionados entusiastas, delincuentes de poca monta, jóvenes fascistas o enfermos de colza.Un caleidoscopio de una época y un país que compaginaba la sonrisa de Naranjito con la rutina de los funerales.
Una apasionante novela negra con fútbol, política y terroristas que nos devolverá a los ochenta.
Málaga, 1982. Campeonato Mundial de Fútbol. Un miembro de la delegación neozelandesa desaparece el mismo día en que el equipo austral aterriza en la Costa del Sol. El inspector Luis Mainar, un policía solitario y sentimental, a veces atormentado por su divorcio y la enfermedad de su hija, viajará hasta el sur con intención de buscarlo, el mismo viaje que emprende un comando de ETA para ejecutar un gran atentado.
Con pinceladas de novela negra, de crónica de la Transición y de relato emocional, Todas las miradas del mundo es una historia vibrante y conmovedora en la que confluyen el fútbol y la política internacional con terroristas iluminados, aficionados entusiastas, delincuentes de poca monta, jóvenes fascistas o enfermos de colza.
Un caleidoscopio de una época y un país que compaginaba la sonrisa de Naranjito con la rutina de los funerales.
Reseñas:
«Una gran novela policiaca sobre la España de Naranjito».
Ignacio Martínez de Pisón
«Miguel Mena escribe con furia y piedad, lo dice todo sin arruinar el misterio».
David Trueba
«Una novela ágil y de fácil lectura cuya tensión va in crescendo con el paso de las páginas (...). Traza con acierto el personaje de un inspector atormentado».
La opinión de Murcia
«Una buena novela negra, sólida, amena y creíble (...) Y algo más, porque en Miguel Mena siempre hay ese algo añadido que logra conmover al lector (...) Nos encontramos con una forma limpísima de escribir, ni una palabra de más pero tampoco ni un matiz de menos».
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