A Rufo no le gusta nada de nada su abrigo nuevo. No, no, no, ¡no! Pero cuando salga a jugar a la calle con Rubí, su mejor amiga, tal vez se dé cuenta de que llevar un abrigo no es algo tan malo, al fin y al cabo.
Artículos relacionados
Esta web utiliza la cookie _ga propiedad de Google Analytics, persistente durante 2 años, para habilitar la función de
control de visitas únicas con el fin de facilitarle su navegación por el sitio web. Si continúa navegando consideramos que
está de acuerdo con su uso. Podrá revocar el consentimiento y obtener más información consultando nuestra Política de
cookies.Más información