La esposa abnegada y cariñosa merece de vez en cuando el regalo de nuestra gratitud. Esas rosas rojas se marchitarán. Engordará el chocolate. Y la negligée no será probablemente de su medida. Pero atesorará siempre esta pequeña colección de citas, escritas en honor de las esposas, que constituye el regalo ideal para la persona más importante en la vida de cualquier hombre.