La Segunda Guerra Mundial terminó en 1945 pero... el teniente japonés Hiro Onoda continuó luchando por su cuenta en una pequeña isla de Filipinas durante casi treinta años más. ¿Qué le llevó a luchar y por qué no quiso rendirse? ¿Cómo vivió en aquella selva tanto tiempo? Y... ¿qué le hizo cambiar de idea?