Andrés Rábago García (El Roto) aplica su capacidad para sintetizar en imágenes tan claras como poéticas su visión de la situación actual del arte contemporáneo, así como de los distintos agentes que participan en este mundo de apariencias: las ínfulas, esperanzas y decepciones de los autores; la incomprensión del público; la insustancial influencia de la crítica; el caprichoso interés de los galeristas o la tiránica relación entre arte y mercado ... Nadie se salva de su picota, aunque como él mismo afirma: Mi voluntad es clarificar el mundo, no castigar a los malvados.
Oh, la lart! reúne una cincuentena de viñetas entre cáusticas y poéticas sobre el arte y sus circunstancias: el exitoso vuelo final de los pintores fracasados, la penetrante mirada del crítico, la vistosa utilidad bélica de los tubos de pintura, la elegante vida lacustre de los pinceles, la peligrosidad del artista guardián.