¿Cómo va a conseguir ella conquistar a un chico que no quiere serconquistado y qué hará él para no sucumbir a sus encantos?Abby lleva años enamorada de Dylan, el hermano de su mejor amiga Liv. Pero siempre ha sido un amor platónico, pues él es diez años mayor, vive en California y ni siquiera repara en su existencia.
Tras verse plantado prácticamente en el altar por la que creía el amor de su vida, Dylan ha regresado a casa para curarse las heridas. La misma casa donde Abby pasa un mes todos los veranos desde que él se fue.
Solo que, ahora, a sus casi veintidós años, Abby se ha convertido en una mujer alocada, desinhibida y
muy atractiva, que no va a dejar pasar la oportunidad de conquistar el corazón de Dylan.
No importa que él no esté de humor para nadie y mucho menos para una chica que no deja de meter las narices en sus asuntos, porque se ha propuesto conseguir que sonría, recupere el humor y se vuelva, por fin, loco por ella.
Nadie dijo que fuera fácil es una novela romántica llena de sexo y amor, de desamor y desilusión, de finales felices y nuevos comienzos, de alegría y desenfado, que nos habla de cómo dejar de lado prejuicios y tópicos para apostar por la felicidad.