Desde finales del pasado siglo se observa, a nivel global, un proceso de
implantación del sistema político democrático. Consustancial a este régimen
político es la coexistencia de pluralidad de ideologías que se desarrollan en un entorno de competencia y que configuran la denominada oferta política. La mayor complejidad del mapa político favorece el nacimiento y espectacular desarrollo
de una nueva ciencia: el marketing político.