Arturo Andrade, el soldado de la División Azul que ya conociéramos en El tiempo de los emperadores extraños vuelve para protagonizar uno de los episodios más siniestros e intensos de la historia contemporánea: el fin de la Segunda Guerra Mundial. Berlín está sitiado por los soviéticos. Hitler y su personal, encerrados en un búnker de hormigón debajo de la Cancillería. La derrota alemana es inminente. Andrade encuentra a un científico del Reich muerto y en sus bolsillos un misterioso diagrama que lo asomará aún más allá del horror en que está inmerso.
Un thriller que no da respiro, que documenta con precisión el pasado reciente de una Alemania a punto de colapsar, y que nos muestra a un soldado que deberá enfrentase a múltiples demonios, ajenos y propios, para salvar lo único que parece escapar a ese entorno atroz: el amor de una mujer.
Los demonios de Berlín es una apasionante novela con sorprendentes datos sobre una época de la que ya parecía que se había dicho todo.
«El abismo de la historia es lo bastante profundo para acogernos a todos.» Arturo Andrade, soldado de la División Azul a quien ya conociéramos en El tiempo de los emperadores extraños, vuelve a protagonizar uno de los episodios más siniestros de la historia contemporánea: el fin de la Segunda Guerra Mundial. Berlín, 1945. Los soviéticos avanzan, imparables, por las calles llenas de escombros, la lucha es durísima en la ciudad y la derrota alemana, inminente. Arturo Andrade está en medio de aquel caos. Su misión: hallar a Ewald von Kleist, un científico alemán, a quien encuentra muerto en la cancillería del Reich con un misterioso diagrama en los bolsillos. Así comienza este thriller escrito con pasión y rigor documental, que con un ritmo que no da respiro al lector nos acerca a un personaje que deberá enfrentarse a múltiples demonios, ajenos y propios, para salvar lo único que parece escapar a ese entorno atroz: el amor de una mujer.