Pedrito estaba nervioso porque iba a ir a la escuela por primera vez. Al cantar el gallo, saltó de la cama y, uno por uno, se calzó sus cien zapatos, se puso el sombrero, se colocó las gafas, y se fue corriendo. Pero... ¡ay! llegó tan tarde que ya se habían ido todos. ¡Y esto no le puede ocurrir a un ciempiés que quiera ser sabio!El primer día de colegio es siempre un momento importante para los más pequeños, una nueva aventura en la que se combina la expectación, el nerviosismo, el afán por descubrir tantas cosas nuevas... En esta historia, Pedrito está ansioso por aprender, pero no consigue organizar su logística diaria (vestirse, lavarse, calzarse...) para llegar a tiempo a la escuela.Ante la dificultad, el pequeño ciempiés decide pedir ayuda a la gata y a la araña que, a pesar de sus sabios consejos, no consiguen resolver el problema. Finalmente serán las hormigas, aunque Pedrito no confiaba inicialmente en su criterio, quienes le ayuden a encontrar la solución.La aventura de Pedrito, para la cuentera y maga Mercedes Carrión, es una historia de superación y crecimiento personal. El protagonista, que ya es sabio desde el momento en que asume su problema y decide poner todos los medios para solucionarlo, tiene muy claro su objetivo y no ceja en su empeño. Esa constancia es la que le llevará a resolver, gracias a la colaboración y el apoyo de otras miradas, la dificultad para llegar puntual a la escuela.Después de una década circulando como narración oral, la versión en formato álbum ha conseguido una propuesta más limpia y depurada, en opinión de la autora, una historia sencilla para los primeros lectores que guarda, sin embargo, una segunda interpretación.En la propuesta plástica, Francesca Chessa ha buscado trasladar la energía y perseverancia de Pedrito, un personaje curioso, extrovertido, tenaz al conjunto de la obra a través de una ambientación colorista y vital.La ilustradora italiana combina acrílicos con lápices y pasteles para dotar la imagen de optimismo y humor, a través de una gama cromática de colores cálidos y alegres. Destaca el uso de rojos, naranjas y rosas, que contrastan con los ocres, propios del otoño, y los verdes del bosque donde vive el protagonista.La disposición espacial y la galería de personajes secundarios ofrecen amplias posibilidades de recreación visual para los más pequeños, que irán descubriendo nuevos detalles con cada lectura.Una propuesta muy especial para encarar el inicio del curso y animar a los niños y niñas a ver la escuela como un lugar estimulante y divertido.