Si tenéis este álbum en las manos y estáis a punto de leerlo, es inútil que os hable de la calidad de los dibujos de Alfonso López porque ya habréis sido seducidos por ellos. Son tan atrevidos, ágiles y descriptivos como la historia que narran; y la historia y guion de Pepe Gálvez cumplen a la perfección el cometido que Jaume Ribera atribuía a la novela negra: denunciar la sociedad y el sistema en que vivimos por el sencillo método de contar lo que sucede a nuestro alrededor. Si alguien dijo que lo más profundo es la piel, este género nos aclara el significado de estas palabras. Baste decir que estamos en un mundo en que puede suceder algo como lo que se cuenta en este relato, y todos sabemos que efectivamente puede suceder, para que no quede ninguna duda de la clase de mundo que es.
Dejaos fascinar por la historia, sumergíos en el calor sofocante de este verano con resaca, echad a correr con Segis y que no os pase nada.
Me lo agradeceréis. Del prólogo de Andreu Martín
