En mitad de un verano inusualmente caluroso, donde la mayor noticia está siendo las máximas de temperatura, una joven es asesinada en la apacible ciudad de V¤xj¶. De inmediato la comisaría local alerta a la central de Estocolmo, cuyos principales efectivos están de vacaciones. Por razones que nadie logra explicarse, el jefe asigna el caso a Evert B¤ckstr¶m, el hombre que «da tanta guerra como cien delincuentes», si no más.Mientras el asesinato de Linda pronto acapara las portadas de los diarios sensacionalistas y las tertulias de televisión, B¤ckstr¶m lidera una investigación que amenaza con escapársele de las manos de no ser por la tenacidad de su esforzado equipo de colaboradores.Leif GW Persson ofrece una magnífica intriga policial, llena de suspense y absolutamente verosímil, en la que brilla su protagonista, alejado de todos los personajes habituales de la novela escandinava. Evert B¤ckstr¶m no se deprime. Nada de lo que le cruza por la cabeza es, ni por asomo, políticamente correcto. Tiene claro que lo único que le importa (aparte de beber, comer, dormir y las señoras) es... él mismo, así que no duda en abusar de sus subordinados, engañar a sus superiores y manipular a todo el que se le ponga por delante. B¤ckstr¶m es, sospechamos, lo genuino, y por eso acaba metiéndose al lector en el bolsillo.
El primer caso de Evert Bäckström, un inspector bajito, gordo, primitivo, irascible y ofensivo. O como han dicho algunos, un doctor Gregory House en versión policíaca.
Una magnífica intriga policial.
En mitad de un verano inusualmente caluroso, en el que la mayor noticia están siendo las altas temperaturas, una joven es asesinada en la apacible ciudad de Växjö. De inmediato la comisaría local alerta a la central de Estocolmo, cuyos principales efectivos están de vacaciones. Por razones que luego nadie logra explicarse, el jefe asigna el caso a Evert Bäckström, el hombre que "da tanta guerra como cien delincuentes", si no más.
Leif GW Persson ofrece una magnífica intriga policial, llena de suspense y absolutamente verosímil, en la que brilla su protagonista, alejado de todos los personajes habituales de la novela escandinava.
La crítica ha dicho...
«Leí Linda, como en el asesinato de Linda y ya quiero leer las próximas peripecias de Evert Bäckström. [...] Hace mucho que no leo una trama policíaca tan exhaustiva, tan milimetrada en su desarrollo. Claro que Leif GW Persson es un excelente dibujante de caracteres humanos, pero prima sobre todo su capacidad para seguir con minuciosa precisión cada fase de su ardua investigación. [...] Lo dicho, muy, muy buena novela policíaca.»
El Diario Montañés
«Persson es el autor al que lee el protagonista de Los hombres que no amaban a las mujeres. Justo homenaje de Larsson a su sabio compatriota, que aquí se luce con su ácido humor. Y con su poli "taimado y rencoroso" que investiga un asesinato a la vez que hace gala de todos sus defectos.»
La Vanguardia
«Tras fascinar a unos pocos -el tiempo hará justicia con el verdadero patriarca del noir sueco- con su trilogía "El declive del Estado del bienestar", Leif GW Persson pone en juego a su comisario Evert Bäckström. Sólida.»
La Voz de Galicia
«Uno de los protagonistas más atractivos y fascinantes de la literatura escandinava contemporánea y de la literatura criminal en términos generales.»
Libros y Literatura
«Con el mercado editorial saturado de suecos y suecas, hablar aquí de un tipo que se apellida Persson puede parecer más de lo mismo. Pero es que Persson no es un sueco más, Persson es el sueco atípico. Si te gusta la buena literatura criminal, disfrutarás a tope con este autor.»
Calibre 38
«De entrada, el argumento no llama demasiado la atención. Un crimen como cualquier otro. Por eso la sorpresa es mayúscula cuando entra en escena Evert Bäckström. Y ahí, amigos, es cuando uno se da cuenta de que lo que tiene entre manos va a ser una lectura de esas que va a recomendarle a todo el mundo.»
Athnecdotario Incoherente
«Bäckström es bajito, gordo, primitivo, y algunas veces taimado y rencoroso. Tiene un pez de colores llamado Egon. No para de beber cervezas. Es machista y racista. Afana los periódicos del hotel donde se hospeda y pone pelis porno en la habitación de algún compañero ausente, con cargo a la policía sueca. [...] No es una novela negra al uso.»
Mis queridos sabuesos
«Balance final: Muy bueno.»
Paraíso4
