La tímida Alexandra -X para sus amigos- ha llegado a Nápoles en busca de aventuras y de material de primera mano para su tesis doctoral acerca de los orígenes de la mafia napolitana. Mientras explora embelesada las soleadas calles de la ciudad y se divierte en los locales de moda con su amiga Jess, conoce a un hombre distinto de todos los demás. Lord Marcus Roscarrick lo tiene todo: es guapo, carismático y poseedor de una enorme fortuna. Parece sacado de un sueño. Pronto se embarcarán en un tórrido romance que la arrastrará a un mundo de lujo, deseo y pasión. Cuando él le revele sus secretos más extravagantes, cuando la inste a hacer realidad sus fantasías, X habrá de enfrentarse al lado oscuro de Marc y deberá tomar una decisión: alejarse del hombre de sus sueños o atreverse a seguirle en ese tortuoso y tentador camino. «Un libro brillante, repleto de giros y sorpresas. Un soplo de aire fresco después de todos los sucedáneos de Cincuenta sombras de Grey. No pude dejar de leerlo.» Amazon
El amor es dulce. La pasión, arrolladora.
La tímida Alexandra -X para sus amigos- ha llegado a Nápoles en busca de aventuras y de material de primera mano para su tesis doctoral sobre los orígenes de la mafia napolitana.
Mientras explora embelesada las soleadas calles de la ciudad y se divierte en los locales de moda con su amiga Jess, conoce a un hombre distinto a todos los demás. Lord Marcus Roscarrick lo tiene todo: es guapo, carismático y poseedor de una enorme fortuna. Parece sacado de un sueño.
Pronto ambos se embarcarán en un tórrido romance que arrastrará a X a un mundo de lujo, deseo y pasión. Cuando él le revele sus secretos más extravagantes, cuando la inste a hacer realidad sus fantasías, la joven habrá de enfrentarse al lado más oscuro de Marc y deberá tomar una decisión: alejarse del hombre de sus sueños o atreverse a seguirle en ese tortuoso y tentador camino.
Las lectoras opinan:
«Un libro brillante, repleto de giros y sorpresas. Un soplo de aire fresco después de todos los sucedáneos de Cincuenta sombras de Grey. No pude dejar de leerlo.»
