Pederasta, ladrón, morfinómano, Marcial Maciel fue al tiempo el fundador de la congregación más conservadora y una de las más poderosas de la Iglesia, la Legión de Cristo. Los componentes de esta congregación son activistas incansables contra el preservativo, el aborto, la eutanasia o el matrimonio homosexual, y viven al límite de la pobreza buscando sin descanso financiación para su reino en la Tierra. Pero su fortuna se calcula en 25.000 millones de euros, habilidosamente gestionados en opacos paraísos financieros. Tras la muerte de Maciel, en 2008, se destapó su farsa. Jesús Rodríguezentra en el territorio privado de la Legión de Cristo, desde sus seminarios y universidades hasta la plaza de San Pedro. Las redes cristianas al descubierto.
Un trabajo que pone al descubierto los entresijos de una de las congregaciones más poderosas y menos conocidas de la Iglesia: los Legionarios de Cristo.
En septiembre de 1946, un sacerdote mexicano de 26 años, con un pasado oscuro, escasa formación teológica y sueños de grandeza, desembarcaba en España con apenas 30 seguidores.
Marcial Maciel Degollado se decía un instrumento de Dios y acababa de fundar en su país una congregación religiosa profundamente tradicional y reaccionaria con el épico nombre de Legionarios de Cristo. Cuarenta años más tarde se había convertido en uno de los puntales del papado de Juan Pablo II, amo y señor de un inmenso complejo religioso-industrial, y soñaba con subir a los altares. Pero Maciel era en realidad un pederasta, ladrón, polígamo y morfinómano, que ocultaba sus crímenes tras una red de múltiples vidas y personalidades.
Jesús Rodríguez ha buceado en esa vida de crímenes y milagros, desde sus seminarios y universidades en España e Italia hasta sus fuentes de financiación en su feudo mexicano; se ha entrevistado con sus fieles y sus adversarios; con los que le dieron todo y a los que arrebató todo. Ha buscado la verdad siempre en pos de desentrañar el misterio de Maciel y los legionarios de Cristo.