Juan Ramón Jiménez (1881-1958), premio Nobel de Literatura en 1956, fue un hombre hipersensible hasta extremos enfermizos y esto le llevó a gozar y a sufrir mucho más que la mayoría. Su vida estuvo marcada por los continuos viajes, sin embargo, siempre que podía, volvía a su pueblo natal, Moguer, su ?nido? junto al mar, los pinos, la sierra... En una de esas épocas de retorno a la tierra de su feliz infancia, escribió Platero y yo, la inmortal elegía andaluza de la que se han apropiado los niños y que presentamos en esta antología ?excepcionalmente ilustrada? junto con numerosas poesías seleccionadas de su extraordinaria obra. La Guerra Civil y una increíble mujer, Zenobia Camprubí, influyeron poderosamente en su vida y en su trayectoria poética. Juan Ramón fue además un gran renovador del lenguaje y muchos autores le siguieron. Esta obra ofrece al lector un recorrido apasionante por los versos sugerentes y sencillos de un gran artista de la palabra.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958), premio Nobel de Literatura en 1956, fue un hombre hipersensible hasta extremos enfermizos y esto le llevó a gozar y a sufrir mucho más que la mayoría. Su vida estuvo marcada por los continuos viajes, sin embargo, siempre que podía, volvía a su pueblo natal, Moguer, su ?nido? junto al mar, los pinos, la sierra... En una de esas épocas de retorno a la tierra de su feliz infancia, escribió Platero y yo, la inmortal elegía andaluza de la que se han apropiado los niños y que presentamos en esta antología ?excepcionalmente ilustrada? junto con numerosas poesías seleccionadas de su extraordinaria obra. La Guerra Civil y una increíble mujer, Zenobia Camprubí, influyeron poderosamente en su vida y en su trayectoria poética. Juan Ramón fue además un gran renovador del lenguaje y muchos autores le siguieron. Esta obra ofrece al lector un recorrido apasionante por los versos sugerentes y sencillos de un gran artista de la palabra.