Los años de la República son transmitidos, lo más frecuentemente, con añoranza, con el encanto de un tiempo efímero del que algo debemos de guardar todavía hoy. Escuchamos hablar del salto cualitativo en favor de los derechos ciudadanos y del anticipo que supuso la búsqueda por la igualdad legal. Parece que hubo quiénes quisieron hacer de la cultura algo popular... Las noticias de una época de ideales se posan sobre el terreno con el relato de quien lo presenció. La visión de Áurea Matilde retrata la cotidianeidad de la casa familiar de Villavaler, tíos, hermanos y vecinos agitan la vivencia de su infancia. Al ambiente rural de la Asturias verde y de monte, se suman las reminiscencias cubanas, esa parte de la familia de la que llegan noticias esporádicas y que terminará por jugar un papel de importancia en el futuro próximo de esos que decidieron comprometerse activamente con los programas republicanos.
La voz de esta obra rinde homenaje y deja constancia de ahora en adelante de dos personas que sólo querían ser una y que, interpuesto todo lo posible, debieron terminar por separarse. El olvido no borra de su mente lo que su madre llamaba la felicidad.