El peligrosísimo pensamiento de masas, el pensamiento único, es elestadio último de la estupidez sistémica. Tú puedes hacer frente a unindividuo estúpido o a un grupo de estúpidos identificados como tales, pero, cuando el sistema y buena parte de sus integrantes, la forma de vivir de la gente y la manera de gobernar están poseídos por laestupidez, parece imposible revertir la situación. Entonces, ¿cómocombatimos a algo que nos arrastra y de lo que somos parte? Puedescombatir al fascismo, al comunismo, a muchos «ismos» pero ¿puedescombatir a la estupidez cuando esta es sistémica y tú mismo formasparte del problema y justificas cosas totalmente absurdas?
Para intentar responder a estas preguntas, el autor ironiza sobre el estado del bienestar mal interpretado, el «buenismo» a vecesirracional que nos rodea a todos y un pensamiento único que nosenvuelve cada vez más y que, disfrazado de lucha por los derechos,expulsa el verdadero debate entre personas libres, pasando por elpapel acelerador de casi cualquier cosa que tiene la tecnología, lasnuevas formas casi demoníacas de entender el marketing, el papelp