Sir Lawrence Alma-Tadema (1836-1912) fue uno de los mejores y más representativos pintores victorianos. Nacido en Holanda, se estableció en Londres en 1870 y se hizo famoso por sus representaciones pictóricas del lujo y la decadencia del Imperio Romano, con lánguidas figuras en fastuosos interiores marmóreos o sobre cegadores fondos de mar y cielo mediterráneos.
En este ensayo original y perspicaz Rosemary Barrow presenta el retrato, cautivador y en ocasiones divertido, de una personalidad desbordante que desarrolló una brillante carrera en el corazón de la elite artística y cultural de Londres. Pero ante todo somete sus obras a un análisis riguroso y renovado, y demuestra que Alma-Tadema era un erudito de la antigüedad yue supo emplear con eficacia las alusiones literarias y arqueológicas para proponer a su público un juego interpretativo. La aparente inocencia de las escenas se ve alterada una y otra vez por inscripciones o estatuas maliciosamente situadas que sugieren a los profanos un significado más oscuro y por lo general más transgresor.
Al igual que sus coetáneos, Alma-Tadema cayó en el olvido tras su muerte. En la actualidad, sus cuadros vuelven a ser objeto de admiración por su belleza y su magistral dominio de la luz, el color y las texturas. Este libro, con su renovadora y fascinante percepción de la personalidad y las intenciones de Alma-Tadema, suponc una nueva y osada valoración de este célebre artista.