La infancia de El Bosco transcurrió en una ápoca difícil, con la Inquisición y la caza de brujas por toda Europa, entre una madrastra cruel, un padre débil y una hermana mayor de genio extraordinario. Viven en un mundo plagado de peces voladores, monstruos diabólicos con rostro de fraile inquisidor, protagonistas de escenas burlescas y hasta crueles llenas de simbolismo que Hieronimus no tardará en plasmar en sus obras. Y El jardín de las delicias será una de ellas. Sin embargo, el camino que tendrá que recorrer el pintor será largo y duro.