Julián es un recluta que forma parte de la «Quinta del Biberón», chicos de 17 y de 18 años que son llamados a filas a mediados de 1938 en una acción desesperada de la República Española para defenderse del golpe de Estado falangista.
A estas alturas, la guerra civil está más cerca de ser ganada por las tropas de Franco, y para intentar evitarlo el gobierno legítimo llama a filas a la generación más joven posible. Una vez en el frente, después de sobrevivir milagrosamente a un asalto suicida en la Cabeza de Puente de Balaguer, Julián es enviado por sus superiores a La Pobla de Segur para asesinar al ingeniero y capitán del Requeté navarro Manuel Castro de Azcárate, un aristócrata germanófilo cuya misión en el Pirineo es volver a poner en marcha las centrales hidroeléctricas del Pallars. Sin embargo, el plan no saldrá según lo previsto y los acontecimientos llevarán a Julián hasta San Sebastián y hasta el valle del Baztán, en el norte de Navarra, donde nacerá una historia de amor cuyos ecos se prolongan hasta nuestros días.