El azúcar se encuentra hoy en la mayoría de los productos alimenticios industrializados, y muchas personas piensan erróneamente que su consumo es indispensable.En realidad, su consumo conduce progresivamente a la debilitación de la capacidad inmunitaria, hormonal y circulatoria, a una fatiga crónica, una reducción del potencial intelectual y favorece la depresión.