Tras ocho años en prisión por tráfico de drogas, Lorenzo Brown vuelve a su viejo barrio en Washington, una zona marginal donde la población se ve abocada a la delincuencia y la droga. Pero Brown está decidido a no recaer y día tras día, vestido de uniforme y provisto de una placa, recorre las calles para cumplir con su labor en el equipo de Cumplimiento de la Ley de la Sociedad Protectora de Animales.
Rachel Lopez también es buena en su trabajo. Es agente de la condicional y trabaja con los presidiarios recién salidos de la cárcel, entre los que se cuenta Brown. Por las noches, la bebida y el sexo fácil constituyen una válvula de escape para ella. Consciente de lo autodestructivo de su conducta aunque poco dispuesta a cambiarla, asiste puntualmente a reuniones en Narcóticos Anónimos.
Pero cuando las cosas se compliquen en la zona y una especie de lucha territorial entre los amos de la droga amenace las calles, Lorenzo necesitará toda la ayuda que Rachel pueda prestarle. Sin saber que esta guerra los pondrá en el ojo del huracán, y hará que graves peligros se ciernan sobre sus vidas...
