Prólogo de Stephen King. Prefacio y posfacio de Dacre Stoker. «Escúchelos. Los hijos de la noche. ¡Qué música la que entonan!». Jonathan Harker, un joven notario, es enviado a Transilvania para reunirse con un cliente, el conde Drácula, nuevo propietario de una finca en Londres. A su llegada, descubre un país misterioso y amenazador, cuyos habitantes se santiguan en nombre de Drácula. A pesar de la amabilidad de su anfitrión, el joven clérigo no puede evitar sentir una angustia creciente. Muy pronto se da cuenta de la aterradora verdad: es prisionero de un hombre que no es humano. Y que pronto comenzará a acechar las noches de Londres...