El verano en que Kaiet cumple diecinueve años muere su madre. Al enterarse de que llevaba varios años enferma y de que su padre se lo ha ocultado privándole de disfrutar con ella los últimos años de su vida, decide marcharse del pueblo con la determinación de no regresar jamás. Sin embargo, 17 años después, su mujer ha muerto y su hijo de siete años apenas le habla. Lo intenta todo para ayudarlo y ayudarse a sí mismo, que no logra superar la pérdida de la mujer de su vida, hasta que se da cuenta de que solo existe un lugar donde curar sus heridas y decide regresar, junto a su hijo, a su pueblo natal. Este viaje de vuelta obligará a Kaiet a enfrentarse a un pasado que ha querido dejar atrás, repleto de recuerdos y sentimientos encontrados pero además, le deparará un rencuentro inesperado, Magie, la dulce chica de 16 años, hermana de su mejor amigo, a quién rompió el corazón con su partida y que ahora se ha convertido en una atractiva mujer, le hará replantearse sus creencias respecto al amor e intentará acompañarlo en el camino de regreso del dolor.
Tras la muerte de su mujer, Kaiet decide regresar, junto a su pequeño hijo, a la casa de su padre en Bermeo, después de diecisiete años de ausencia. Desde el primer instante se siente extraño, en un lugar al que ya no pertenece. Pero si su futuro se le presenta oscuro, retomar el pasado que dejó a medias tampoco le será fácil. Deberá resolver todo lo que quedó pendiente con su precipitada marcha, explicar muchos de sus actos, enfrentarse a sus dudas, sus temores y sus prejuicios? y perdonar. Aunque lo que no imagina es que durante ese proceso se reencontrará con la dulce Maddi y que junto a ella la vida tratará de darle una segunda oportunidad. ¿La dejará escapar de nuevo?