Este es el libro de un conspicuo republicano como Francisco Prendes Quirós que se sintió atraído por los asuntos borbónicos, y concretamente por las visitas de tan distinguida familia a la ciudad de Gijón. El aparente contrasentido de que un republicano irredento ejerciera, con toda formalidad, como cronista de los viajes de la familia real a Gijón -aunque fuera a debida distancia y por el retrovisor de la historia- convierte estos Cronicones de viajes regios para pobres en una obra tan singular como atractiva, repleta de sabrosas anécdotas e informaciones precisas y sorprendentes, todo ello adobado con la buena prosa y la fina ironía que son el sello inconfundible de su autor. En estos tiempos en que los ademanes desmedidos, el vociferio y el tremendismo son moneda corriente del discurso político, echamos mucho de menos la sutileza con que Francisco Prendes Quirós sabía expresar sus ideas, sin restarles un ápice de firmeza a sus convicciones pero dicho todo siempre de modo tal que hasta los contrarios las recibían dibujando una sonrisa. En el quinto aniversario del fallecimiento de Paco Prendes, en su recu