Las vivencias, opiniones, perspectivas de alguien son tanto más valiosas e interesantes cuando además de desvelar a la persona, reflejan y ayudan a comprender una época, un trozo de la historia. Monseñor Rosa no sólo ha vivido en una época definitoria de nuestro País e Iglesia, sino que él ha sido protagonista de esa historia, al lado de los Próceres modernos de El Salvador: los tres grandes arzobispos, Luis Chávez y González, óscar Arnulfo Romero, Arturo Rivera y Damas; al lado de las grandes figuras de la sociedad civil que anhelaron una patria nueva y diferente; al lado del pueblo salvadoreño, trabajador, humilde y creyente. A ese pueblo lo ha podido escuchar, sentirlo en sus sufrimientos y esperanzas, acompañarlo paso a paso como pastor cercano e itinerante durante decenios en toda la geografía nacional. Estas memorias, conducidas por el sacerdote y periodista boliviano Ariel Beramendi, amigo del Cardenal gracias a sus m&uacu