Es una masa gelatinosa del tamaño de un racimo de uvas y tiene laconsistencia de un flan; está compuesto en un ochenta por ciento deagua y el resto, por proteínas y grasas, al cincuenta por ciento; yaparece tapizado por una hoja de tejido doblada, de unos tresmilímetros de grosor, que fue descrita hace más de 3 500 años en unpapiro egipcio como «el cobre fundiéndose en un crisol» y que si laextendiéramos ocuparía una superficie de 1 500 centímetros cuadrados.Hablamos del cerebro humano, el cénit de la evolución, el hardware dela conciencia, la máquina más perfecta del universo, un ingeniobiológico «capaz de adaptarse y responder a situaciones desconocidas,responsable de la creación de las cosas más sublimes y delicadas: lamúsica, el amor, la pintura y la poesía», dice José Ramón Alonso,catedrático de Biología Celular de la Universidad de Salamanca.
Los más de 86 millones de neuronas que viven apretadas en suinterior, cada una con entre 5 000 y 15 000 conexiones, comunicadasentre sí a través de un millón y medio de finos cables orgánicos, encolaboración con otras tantas células gliales, también