´La intimidad no viene de fuera, sino de dentro.´ Cuando la experiencia de la intimidad se limita al dominio de las relaciones ´románticas´, nuestra facultad de experimentar el amor depende de otro. ´El error que consiste en creer que la fuente de la intimidad proviene del exterior de nosotros mismos nos arrastra a tratar continuamente de aprehender las cosas del mundo y a imaginarnos que, con tal que tuviéramos una relación justa, un buen trabajo, una vivienda apropiada y buena salud, obtendríamos la llave mágica que permitiría abrir la puerta de la plenitud a la que aspiramos todos tan intensamente.´ En El camino de la intimidad, la novelista Polly Doge nos revela dónde se encuentra la fuente de la verdadera intimidad y cómo esta fuente puede estar a nuestro alcance en cualquier momento con tal que nos mostremos deseosos de aprender. El camino de la intimidad nos esclarece cómo mejorar nuestra relación no sólo con los demás, sino con la tierra, con el ambiente y, sobre todo, con nosotros mismos. La intimidad se revela entonces no tanto como experiencia que corre el riesgo de perderse, aunque en dado caso se puede volver a encontrar, sino como contexto subyacente, gracias al cual se aprende a enlazarse con la vida de una manera que nos brinda un sentido más vasto de la totalidad, de la existencia, de la plenitud.