Con una brillante y sórdida exposición de los hechos, Peace nos traslada adelante y atrás en el tiempo, entre 1983 y los acontecimientos narrados en 1974, 1977 y 1980, y nos ofrece las respuestas a los interrogantes de estas novelas en una trama envuelta en un clima de desasosiego y soledad.Monólogos interiores, escritura entrecortada y diálogos sombríos reproducen los crímenes del Destripador de Yorkshire en un paisaje atormentado y sin futuro.
1983: Margaret Thatcher está a punto de ser reelegida por segunda vez y en Morley, West Yorkshire, acaba de desaparecer una niña. La víctima iba al mismo colegio que Clare Kemplay, la niña asesinada en 1974, la primera novela del ciclo Red Riding. «Esto nunca termina», dicen las madres. En 1983 David Peace pone fin a una tetralogía que narra hipnóticamente, con aspereza y profundidad, mucho más allá de lo que es común en la novela negra, una pesadilla interminable. Un abogado intenta recurrir la sentencia que condenó a un falso culpable por la muerte de Clare Kemplay. Un poli corrupto desentierra viejas heridas en busca de una imposible redención. Y un joven que ha pasado toda su vida al margen de la ley decide tomarse la justicia por su mano. 1983 retoma los personajes y tramas de las anteriores novelas del cuarteto y resuelve sus misterios y sórdidos secretos. Al final no quedarán cabos sueltos, tal vez porque, como dice uno de los protagonistas, los cabos sueltos deben morir.