Aunque el travestismo existe desde hace siglos, no fue drag hasta que, en una edición de 1870 del diario británico 'Reynold's', se publicó esta encantadora invitación: La etiqueta será el drag, es decir, que los hombres deberán llevar vestimenta femenina.
En la actualidad, el drag es una de las expresiones artísticas más glamurosas, hilarantes y rebeldes que existen. No solo subvierte los cánones sociales, sino que se deleita riéndose del mundo que nos rodea. Cada día, artistas de todo el mundo rebuscan en sus baúles hasta encontrar el excéntrico vestuario y el maquillaje que usarán para dar vida a un exuberante alter ego destinado a deslumbrar y sorprender. El drag es divertido, liberador y deliciosamente queer, así que no es de extrañar que se haya convertido rápidamente en un fenómeno planetario.
Pero este impresionante libro ilustrado va mucho más allá de las pelucas y las lentejuelas para sumergirse en una historia tan larga como fascinante: el teatro como precursor del drag en la antigua Grecia, en los escenarios de la Inglaterra victoriana, o en el kabuki surgido en el siglo XVII; el mundo alternativo de la era del jazz en la década de 1920; la dimensión política del drag y su recorrido histórico por las décadas de persecución y activismo durante el siglo XX; la creciente aceptación a partir de 1969, fecha de fundación de la Gay Liberation Front; y los primeros años del siglo XXI, en los que el drag se ha lanzado a la conquista del mundo.
Hoy día, la popularidad de programas como 'RuPaul's Drag Race' puede haber descubierto un determinado modelo de drag al público internacional, pero los artistas alternativos no dejan de trabajar para demostrar que el drag no tiene género ni se ajusta a canon alguno. Esa filosofía de inclusividad es lo que sustenta el futuro de esta revolucionaria expresión artística. Ni que decir tiene que ese futuro promete ser deslumbrante.