El autor señala la influencia que la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas tuvo en Venezuela, y cómo dicha sociedad mercantil supuso un avance en el desarrollo económico, cultural, científico, social y político del país. Los vascos allí establecidos prosiguieron con la colonización de los valles de Aragua, las llanuras de Cojedes, Portuguesa, Guayana y las costas de Caracas, e introdujeron diversos productos, como el añil de tinte, el algodón y la caña de azúcar. El vínculo entre Venezuela y Gipúzcoa se mantuvo hasta finales del siglo XVIII.
El autor, destinado en Caracas realizando labores diplomáticas, pudo inspirarse por la historia de la Compañía, documentarse y ver de primera mano qué cambios se produjeron al transportar a América las ideas que entonces florecían en el Viejo Mundo, y que el gobierno de Madrid quería frenar, buscando mantener el dominio sobre la sociedad colonial y contener el ascenso de las élites criollas.
Los navíos de la Compañía fueron los responsables de la introducción del Enciclopedismo y de la Ilustración en Venezuela, sembrando las ideas de la división de poderes, el estado de derecho y de los ideales de independencia americanos.