El punto de partida de las reflexiones que el gran paleontólogo Stephen Jay Gould recoge en este libro es un descubrimiento que puede modificar nuestra forma de entender la historia de los seres vivos en la Tierra: es muy probable que un asteroide errante o una lluvia de cometas fueran responsables de la gran extinción del Cretácico que vio desaparecer los dinosaurios y creó las condiciones que hicieron posible la aparición del hombre. Éste no sería, por tanto, la obligada culminación del proceso evolutivo, sino un accidente histórico. De aquí que este libro, tan fascinante y, en apariencia, tan ligero, resulte ser, en última instancia, tan importante.